
Pase lo que pase esta temporada, el Xerez Deportivo FC de la actual campaña, merece una estatua justo al lado de Chapín. Y merece todo el reconocimiento posible e imposible. Y repito, pase lo que pase, aunque el viento esté a favor y los azulinos dependan de si mismos a falta de cuatro partidos. Se han ganado el respeto dejándose la vida por un escudo y una camiseta. Lo están dejando todo. A veces este tipo de frases se dice por decir. Porque queda bien. Pero es que esta vez es literal. Hasta el último aliento sobre el verde. Lo que pasó el otro día en Lucena es para aplaudir hasta quedarse sin manos.
Este Xerez Deportivo FC liderado por Pérez Herrera los tiene más grandes que el caballo de Espartero. José y su cuerpo técnico han formado una FAMILIA en ese vestuario azulino. Una familia que desde el día uno hasta que termine la temporada, va a muerte en cada batalla. Cada futbolista va a muerte por él y por sus hermanos. Un equipo en mayúsculas donde no hay nombres propios, qué también, porque todos son uno. Y otra vez de forma literal. Un solo bloque que rema al unísono. Bien estructurado. Estupendamente trabajado. Y que se mueve a ritmo musical. Si los miras, ellos te miran a los ojos. Unos ojos inyectados en sangre azul. Porque otra de las cosas en las que va sobrado este equipo es en ambición. Hambre para arrasar todo un Mercado.
Ambición, lucha y resistencia. Este Xerez Deportivo FC ha demostrado no rendirse ante nada y ante nadie. A finales de noviembre e inicios de diciembre la situación se puso crítica y nadie daba un duro por ellos esos días. Las cosas son así. En esos duros momentos, solamente ellos confiaron en sus posibilidades y en lo que podían lograr. Y lo demostraron tirando de casta y orgullo. Y ahora es la afición la que tiene que estar orgullosa de ellos. Porque es muy difícil representar tan bien los valores de este Club. Y estos guerreros lo están haciendo a base de golpetazos sobre la mesa. Y no van a parar hasta reventarla.
El equipo ha demostrado ser experto en levantarse ante la adversidad. Una y otra vez. Desde noviembre han sido más de uno los obstáculos en el camino. Ven una piedra en el camino, la cogen y la tiran. Si es más grande, la saltan. Si es mucho más grande, la escalan. Si es una montaña, cogen la mochila y el pico, y se ponen manos a la obra. Si es una cordillera, la atraviesan por dentro. Y si hay un océano entre ellos y el objetivo, lo nadan, y cuando llegan a la orilla comienzan a correr. Una salvajada. El Xerez Deportivo FC ahora lleva cuatro victorias consecutivas, otra vez, igualando su mejor racha de la temporada. Está a una victoria de alcanzar la mejor racha positiva en el momento más importante de la temporada y tras sufrir el revés más duro de la temporada.
Un equipo, además, abonado a la épica. Ganar en Lucena, donde solamente había ganado el Salerm Puente Genil y el Sevilla FC esta temporada, después de 17 sin competir y tras haber pasado un brote Covid, es algo digno de elogio. Es una heroicidad levantarse así tras otro golpe sufrido. El más duro y fuerte posible. Pero así juegan a este deporte tan bonito las familias. Unidas. El equipo demostró en diciembre que sabía levantarse, el equipo demostró en el minuto 89 ante Los Barrios en Chapín que no se rinde nunca, el equipo demostró en Las Cabezas que no hay nada que los pare si ellos creen firmemente en algo y el equipo demostró en Lucena que para tumbar a este grupo necesitas aplastarlo más de una vez, y aun así dudaría. Pase lo que pase, este Xerez Deportivo FC es digno de elogio, y está a dos pasitos de hacer historia y coronar una montaña nunca antes alcanzada, llevando la épica por bandera y buscando una machada que puede ser inolvidable.
Fotografía de Jesús Carmona