
Pérez Herrera, técnico del Xerez Deportivo FC, atendió a Xerezmanía, a los medios locales y a los medios oficiales de la entidad azulina en el Juan Guedes tras la dura y dolorosa derrota sufrida ante la UD Tamaraceite.
Una valoración del partido
“Lo primero de todo, quería agradecer a la parte de la afición que se ha desplazado aquí a Canarias para presenciar nuestro partido con la ilusión de que consiguiéramos algo positivo. Esa parte que ha hecho ese esfuerzo. Hemos salido con las ganas de brindarle una victoria y creo que el equipo en la primera parte ha sometido en más acoso al rival en su área. Quizás nos ha faltado definir de mejor manera las situaciones de peligro. Y en la segunda parte hemos tenido ocasiones manifiestas muy claras de gol como la de Darío, que prácticamente sin portero se le ha ido arriba, cuando lo más fácil era que fuese para dentro. Creo que entre que veíamos que remábamos y no conseguíamos el premio, y que ellos han ido apretando, porque para el rival hoy era una final para meterse en la lucha por la permanencia, y su afición ha ayudado a que se metan en el partido. Y en esos últimos 20-25 minutos nos ha costado tener más control del partido. Con los cambios hemos intentado recuperar el centro del campo y no ha salido bien. Y eso ha hecho que el partido fuese un ida y vuelta. Y en una acción a balón parado, tras un fallo en las marcas, nos han conseguido hacer el 1-0 a falta de pocos minutos. Y eso ha sido un golpe bajo y fuerte para el equipo, que había trabajado durante cerca de 90 minutos para conseguir esa victoria. No nos queda otra que trabajar duro y levantarnos rápido porque pronto tenemos otro envite. Y saber que tenemos que seguir adelante. Estamos todavía en noviembre y queda mucha Liga. Tenemos que seguir confiando en el trabajo”.
¿Cuál ha sido tu primer sentimiento cuando ha terminado el partido? Triste o enfadado porque no has visto en tu equipo lo que quizás tenías pensado en algunas fases del partido
“Siempre intentamos tener buenos 90 minutos y rozar esa perfección y ese control del juego. Y evidentemente es difícil porque los rivales también juegan. Y la frustración viene porque el equipo no recoge el premio a los buenos momentos nuevamente. Ha generado ocasiones claras de gol y se va sin el premio de ese gol. Sabíamos hoy que si conseguíamos abrir la lata, para el rival iba a ser un palo anímico por la situación en la que estaban. Pero no ha entrado. Esa es la sensación que tenemos. Hemos tenido las oportunidades para abrir la lata nosotros y que se nos pusiera de cara, y sin embargo al final, en el último arreón del rival para conseguir la victoria se llevan el premio y nos deja a nosotros sin nada”.
Una vez que ha fallado Darío vuestra ocasión más clara, ¿crees que el equipo se ha venido abajo psicológicamente y que esa debilidad psicológica es uno de los causantes de porque el equipo termina perdiendo un partido que podía haber al menos empatado? Se viene abajo de manera muy sencilla.
“Todo puede ser acumulado por las diferentes experiencias que hemos vivido ya en jornadas anteriores. En jugadas inesperadas cuando el partido está controlado o está de nuestra cara, pues cambia el devenir de la situación al completo y quizás el equipo en esa jugada, cuando estaba mereciendo el gol, no tuvimos la fortuna de que entrara entre los tres palos y Darío evidentemente es el primer fastidiado porque el chaval es el primero que sale victorioso de esa jugada si hace gol. Y lamentablemente estamos en esa dinámica, donde jugadas que prácticamente son goles se vuelven aparatosas. Igual que cuando nos ha ocurrido en defensa. El factor anímico puede que nos haya golpeado hoy en ese momento durante unos minutos pero tenemos que aprender de ello y ser capaces de levantarnos. Nos hemos levantado otras veces de dinámicas negativas o de partidos adversos. Al final esto son experiencias. Somos un equipo que está demostrando que cuando hace las cosas bien hace merecimientos para conseguir la victoria. Tenemos que insistir en eso”.