
Pérez Herrera, entrenador del Xerez Deportivo FC, analizó en la sala de prensa del Estadio Ciudad de Lucena la importante victoria de su equipo frente a un rival directo por 0-1 gracias al gol de Antonio Sánchez de penalti: “Teniendo en cuenta cómo veníamos, de estar muchos días parados y con la incertidumbre de no saber cómo íbamos a responder. Sabíamos que veníamos a un campo complicado para enfrentarnos a uno de los rivales más difíciles del grupo, que exige mucho a los rivales. Con esa mentalidad llegamos, teníamos claro que debíamos estar muy organizados para aprovechar nuestras armas y alguna de las ocasiones que se nos presentaran. Al final creo que logramos las dos cosas, estar organizados y cederle poca profundidad al rival, nos ha generado pocas oportunidades. Ninguna es imposible. Estuvimos preparado para provocar ese zarpazo que a ellos les sacara también un poco de sus planes y lo conseguimos. Estoy muy orgulloso del trabajo de todos los jugadores, de toda la plantilla porque, al final, pese a todas las dificultades que hemos superado en las dos últimas semanas, supone un paso no sólo a nivel deportivo también a nivel moral por la fuerza que nos imprime para lo que nos queda”.
La ilusión porque ninguna traba frene a este equipo se vio en Lucena: “La satisfacción es muy grande porque es una victoria importante, pero no es definitiva, queda mucha tela por cortar y dentro de tres o cuatro días tenemos otro envite en casa contra ellos. Sabemos debemos tener los pies en el suelo, pero ganar en Lucena ha sido gracias a la ilusión y ambición del equipo y ha confirmado nuestras ganas de olvidar cuanto antes todos los pensamientos negativos y todas las dudas de cómo nos podía afectar el brote en el partido. Los pensamientos positivos han tenido más fuerza y han permitido que todo nos saliera bien”.
En la primera mitad el Xerez DFC fue claramente superior: “Sí, entraba dentro del plan ambas cosas. Sabíamos que el rival siempre es fiel a su estilo a la hora de tener el balón y que nos iba a intentar atraer. Teníamos que estar muy pendientes para que no nos sorprendieran desorganizados y lo logramos. También sufren sin balón porque están habituados a exigir a los demás y a no ser exigidos, así que sabíamos que si teníamos posesiones largas iban a sufrir y les iba a mermar moralmente. Marcamos en la acción del penalti y se nos puso el partido de cara”.
En el inicio de la segunda mitad, el Xerez DFC sufrió bastante durante los mejores minutos del Ciudad de Lucena: “Sí, está claro, sabíamos que ellos iban a buscar la reacción tras el descanso. Es lo habitual que suceda cuando juegas como local. Salieron del vestuario fuertes, buscando la reacción para intentar enchufarse y meterse rápido en el partido con un gol. Nos tuvimos que apretar los machos para aguantar ese arreón y también estuvo nuestro portero para hacer su trabajo. Fueron más acercamientos que ocasiones claras y después de aguantar ese arreón nos fuimos creciendo, sobre todo en la parcela defensiva, y ellos entraron en la típica fase de ansiedad a medida que iba pasando el tiempo. Supimos jugar los diferentes partidos que nos podíamos encontrar”.
El equipo se llenó de tarjetas para no quedar descolocado: “Durante la semana incidimos en los puntos fuertes de ellos y uno era evitar las transiciones tan buenas que hacen defensa-ataque porque tienen jugadores rápidos y con calidad arriba. Primero, había que evitar que las hiciesen y si no era posible, realizar faltas tácticas, aunque nos hemos llevado bastantes tarjetas. Había que jugar al límite dentro de la legalidad hasta el final”.
El tema de Fran Ávila se quedó en un susto: “En el descanso no sabíamos todavía cómo estaba y ahora tenemos cierto alivio porque nos han comunicado después del partido que ha ido de menos a más y que está bastante mejor. Se ha ubicado. Para nosotros lo más importante ahora es que Fran pueda volver lo antes posible con nosotros”.
Físicamente el equipo se encontró mucho mejor de lo esperado: “En ese sentido nos hemos visto aliviados. No sabíamos cómo iba a repercutir ese aspecto en el equipo, pero se ha organizado muy bien, con las distancias equilibradas y las líneas muy juntas, por lo que el esfuerzo ha tenido que ser un poco menor al hacer menos metros. El equipo ha sabido sufrir, correr y ha respondido a la perfección”.