
Pérez Herrera, entrenador del Xerez Deportivo FC, atendió a los medios de comunicación en la sala de prensa de Chapín tras la victoria azulina (1-0) frente al Panadería Pulido San Mateo.
Contento con el resultado. ¿Contento con el juego?
“El resultado era lo más importante. El peor rival para este partido éramos nosotros mismos. Veníamos de una dinámica de resultados que nos había restado en autoestima y confianza. Y no nos encontrábamos en nuestro mejor momento. Ha sido una semana de tensión, dudas y presión externa. Es un equipo con cierta juventud e iba a pesar en el inicio. El respeto también por el rival, donde había conseguido en cinco de los últimos seis partidos marcar gol y ponerse por delante. Y en otros cuatro no había perdido. Y llegaba en dinámica ascendente. Sabíamos que no iba a ser fácil. Teníamos muchas connotaciones que podían volverse en nuestra contra y estamos super orgullosos de los nuestros porque han salido a ganar el partido. Es verdad que con el 1-0 ha aparecido la sensación de querer proteger ese resultado cuando deberíamos haber ido a por el segundo. Apareció esa sensación de tener la pelota y hacer los ataques muy largos. Las sensaciones de juego en la primera parte se disiparon después del primer gol. Creo que en la segunda eso lo hemos corregido. Hasta el penalti ha sido un acoso y derribo. Ese penalti nos podría haber dado la tranquilidad con ocasiones claras por medio. No ha entrado y aparecen otra vez los fantasmas y las dudas. Otro punto de inflexión respecto al juego. Y otra vez tenemos esa sensación de protegernos. Es verdad que hemos tenido ciertas ocasiones a la contra, como la de Marcelo o Baeza. Sabíamos que el rival en cualquier jugada esporádica nos podía crear problemas viniendo de experiencias pasadas. Hemos terminado con un sabor amargo en cuanto a juego pero ha sido por fases”.
Al final del partido la afición ha despedido al equipo con algunos pitos
“Sí, quizás por las últimas sensaciones. Nosotros tampoco queremos sufrir tanto. Con el 2-0 hubiésemos estado más tranquilos, con más espacios, y podríamos haberle dado más continuidad a esa insistencia donde si han aparecido aplausos y críticas constructivas. La gente estaba contenta hasta el penalti. Es una realidad que no hemos terminado con tanta sensación de acoso y derribo. No nos queda otra que respetar eso. Hay que entender que nuestra afición no esté contenta. Pero nos teníamos que superar a nosotros mismos. Y quizás el equipo necesitaba ese apoyo y ese empujón moral para sobrepasar esos miedos que podrían ir apareciendo en los momentos donde salen esas dudas”.
¿Porque le sigue afectando tanto al equipo ese tipo de fallos?
“Depende. Porque antes del gol tuvimos otra clara. El equipo salió a por el partido. Salió a generar ocasiones y si no hubiese anotado el 1-0 en el minuto 6, hubiese seguido buscando el gol con ese entusiasmo. Pero el anotar tan pronto, te genera la sensación de proteger el resultado ya que lo tienes. La intención desde el inicio era cerrar el partido lo antes posible. El jugador quiere tener más calma y no arriesgar tanto. Nos equivocamos a la hora de afrontar esa primera parte. Pero sin el 1-0 en el 6′, podríamos haber marcado después. El equipo ha tenido altibajos dentro del mismo partido. Y lo importante son los tres puntos, dejar nuevamente la portería a cero y dar un paso en la clasificación para tener mayor tranquilidad”.
Unocerismo en Chapín
“Pero te pregunto yo. ¿Qué diferencia hay hoy entre quedar 1-0 y 2-0? Acertar el penalti. Las ocasiones se generan. Somos capaces. Antes del 1-0 tuvimos una ocasión clara”.
¿Y que falta ahí?
“Que en un partido, en vez de que el portero la pare, entre, y nos quite ese peso de encima. Y poder decir tenemos un partido tranquilo con un resultado holgado. Y podemos disfrutarlo. Al final siempre nos vamos con el último sabor amargo. No queremos. Queremos irnos llenos de plenitud. Y que la afición se vaya contenta. El equipo lo busca, lo quiere y lo genera. Pero tenemos que seguir buscando la dinámica donde no necesitemos tantas ocasiones de gol para marcar. Y puedan entrar con más fluidez. La gente no estaba contenta con nosotros y quieres corresponder. Había una gran responsabilidad. Podemos y debemos estar mejor, lo sabemos. Pero hay que darle mérito al equipo el esfuerzo que ha hecho de superarse a si mismo”.
FOTO. Teresa Salas