Un nuevo desplazamiento a Canarias para el Xerez Deportivo FC y una vez más la afición xerecista estuvo presente. Casi 50 aficionados xerecistas se dieron cita en Las Palmas de Gran Canaria para animar a los suyos y dar la cara por su equipo a pesar de la dolorosa derrota.
Tercer desplazamiento a la isla de Gran Canaria esta temporada y en la historia del Xerez Deportivo FC. Y una vez más, un gran número de aficionados desplazados desde Jerez de al Frontera se dieron cita en territorio canario. Lo peor del desplazamiento fue el partido, con una nueva derrota fuera de casa del equipo y una segunda parte vergonzosa e indigna. Pero el xerecismo dio la cara una vez más.
Un desplazamiento, donde a pesar de la derrota, los xerecistas pudieron disfrutar de Gran Canaria. La mayoría de los aficionados llegaron el sábado por la mañana y regresaron a Jerez el lunes por la tarde. Pero no solamente se desplazaron aficionados desde Jerez, y es que el Xerez mueve fronteras. En Canarias se dieron cita xerecistas desplazados desde Madrid, Melilla, Pamplona o Barcelona. Una locura.
El xerecismo llegó a Canarias entre el sábado por la mañana y el sábado por la tarde, disfrutando de las terrazas junto a la Playa de las Canteras, aunque el tiempo no acompañó. Ese sol y buen tiempo típico de Canarias no hizo acto de presencia, y la lluvia y un viento frío predominaron durante todo el fin de semana.
El xerecismo disfrutó del ambiente turístico de Las Palmas, sobre todo en la zona de todo el paseo marítimo de la Playa de las Canteras. El nocturno y el diurno. Ya en la mañana del domingo, desde dos horas antes de comenzar el partido, los xerecistas se dieron cita en el Anexo de Gran Canaria. Alguno se presentó con mucho sueño. El equipo azulino llegó a las 9:15 al campo y varios xerecistas los recibieron con aplausos. Hay que resaltar que varios de los xerecistas desplazados residen en la Isla.
Los aficionados xerecistas desplazados se situaron detrás de una de las porterías, donde a la postre anotaría el gol Las Palmas Atlético. Casi 50 almas azulinas se dejaron el alma y la garganta para animar a los suyos. No pararon de alentar durante todo el partido, a excepción de la última media hora tras el gol del filial amarillo. A partir de ahí el bajón fue muy real y la decepción, que iba en aumento, muy gorda. Durante el partido, hubo cruce de cánticos amigables entre la afición local y la visitante. De hecho, una parte de la afición local, situada fuera del campo, quiso hacerse amiga de un aficionado visitante coreando su nombre. Curiosidades del fútbol. Incluso algún camarero de la Isla se hizo xerecista durante el viaje. También un matrimonio islandés. Moviendo fronteras.
Una vez terminó el partido, los jugadores del Xerez Deportivo FC fueron a agradecer el desplazamiento a los xerecistas y a pedir perdón con las manos por la derrota. A partir de ahí se produjo un intercambio de declaraciones donde los aficionados recriminaron el partido a los jugadores. Algunos de ellos se molestaron y finalmente se marcharon segundos después. La afición salió del Anexo de Gran Canaria muy mosqueada y enfadada con el equipo. Con jugadores y con cuerpo técnico.
Derrota a parte, el xerecismo disfrutó de otro desplazamiento histórico en Gran Canaria. La Playa de las Canteras respiró xerecismo durante todo el fin de semana. Ya el lunes, último día del viaje, hizo una gran temperatura, mucho más cercana al verano que a la primavera.
Hubo aficionados que durmieron incluso muy poco mientras disfrutaban de la Isla. En concreto 35 minutos en todo el viaje. Otros comieron de escándalo disfrutando de la gastronomía local. Alguno perdió objetos personales y otros se llevaron algún recuerdo del viaje. El xerecismo si dio la cara en Gran Canaria, no como el equipo. Disfrutó de la Isla, hizo turismo, lo pasó muy bien, unos mejor que otros, y se llevó una nueva derrota que duele en el alma. Pero que les quiten lo bailado, nunca mejor dicho.
Ya en el aeropuerto de Las Palmas de Gran Canaria, en la tarde del lunes, el último grupo de xerecistas que quedaba en suelo canario, desplegó una pancarta para realizar la última foto del viaje que Xerezmanía pudo inmortalizar, ya que estuvo presente hasta el final del desplazamiento: “No hay distancia que nos separe”. El xerecismo está muy vivo.
