Victoria del Xerez Deportivo FC en El Rosal el pasado domingo. No, no nos hemos equivocado. Victoria por goleada. Pero no sobre el césped, donde ambos conjuntos empataron a cero, si no en la grada. La afición xerecista tiñó de azul El Rosal y dio una nueva lección de animación.
250 xerecistas se desplazaron a las instalaciones de El Rosal en la matinal del domingo. Y no fueron más porque el Cádiz CF no dio más entradas. Aunque luego, ya en el partido, se pudo observar que media grada del fondo estaba vacía. Es decir, la entidad gaditana pudo dar más entradas. Existía esa posibilidad. Pero no quisieron. Tampoco dejaron entrar bombos o megáfonos. Aunque no hizo falta. El xerecismo llevó afinadas sus gargantas y dejó su huella en El Rosal. Se hizo notar y consiguió lo que nadie quería que pasase. El Xerez jugó de local.
Cinco autobuses llenos de xerecismo e ilusión salieron del aparcamiento de Preferencia rumbo a Puerto Real. Sobre las 11:00 legaron a las instalaciones de El Rosal. La llegada fue uno de los momentos más emocionantes y pasionales de la mañana. Una riada continua de xerecistas que iban entrando al campo con las manos arriba y sin parar de cantar. Una marea azulina que se hizo notar a lo grande.
Desde el calentamiento, la afición xerecista no paró de animar a los suyos. Una oleada de globos azules y blancos y una pancarta que rezaba Ramón Molina Barrios DEP recibieron al equipo nada más comenzar el choque. Ni las fuertes rachas de viento en El Rosal detuvieron a 250 almas xerecistas que se dejaron la piel por los suyos. Durante todo el partido, sin excepción, se escuchó con fuerza a la afición azulina.
La afición del Xerez Deportivo FC tiñó de azul El Rosal. El Xerez volvió a jugar de local. Pero esta vez en territorio enemigo. Y aunque duela, esta afición demostró ser de Primera División, aunque tenga que defender su escudo en Segunda RFEF actualmente. Porque a una afición no la define una categoría. La define sus actos. Y esos quedan reflejados en lecciones como la del pasado domingo en El Rosal. El xerecismo volvió a demostrar que está muy vivo en la Ciudad Deportiva del Cádiz. No hay mejor sitio para gritar a los cuatro vientos: Volveremos.
FOTO: Teresa Salas
