
La Selección Española volvió a estrellarse consigo misma en La Cartuja de Sevilla. Los de Luis Enrique no fueron capaces de pasar del empate frente a Polonia, 1-1 esta vez, y causaron una segunda decepción en la afición. Morata hizo el 1-0, Lewandowski empató y Gerard Moreno falló un penalti. La Selección Española está a un paso de la debacle y está obligada a ganar a Eslovaquia en la última jornada, si quiere estar en Octavos.
Suecia tiene 4 puntos, Eslovaquia 3 puntos, España 2 puntos y Polonia 1 punto. Todo lo que sea, que España no le gana a Eslovaquia, sería quedar terceros con tres puntos, si Polonia no le gana Suecia, que en ese caso seríamos cuartos. Y quedar entre los cuatro mejores terceros con tres puntos y un bagaje de goles pobre, podría ser una tarea complicada. España está a un paso de la debacle y al filo del alambre.
El partido empezó en La Cartuja, con una afición polaca que volvió a empujar más (como ya hizo la sueca), con una Selección Polaca más atrevida buscando la portería de Unai. Pero pronto España se hizo con el control de la pelota y comenzó a hacer daño a la portería rival. En el minuto 25, llegó el 1-0, obra de Morata. Medio gol de Gerard Moreno, que salió de titular. El jugador del Villarreal, que demostró que debe ser titular, recortó hacia dentro y buscó un pase chut interior que remató Morata en boca de gol. El colegiado lo anuló por fuera de juego pero el VAR lo rectificó en menos de un minuto, demostrando que funciona mejor en la Eurocopa que en España.
Tuvo Lewandowski el empate pero Unai lo salvó con una gran parada antes del descanso. En definitiva España fue mejor pero sin muchas ocasiones de peligro. Laporte y Pau Torres no hicieron un buen partido. Contra Suecia, Isak ya creó bastante peligro en las pocas oportunidades que tuvo, y ante Polonia volvieron a demostrar su fragilidad defensiva. Poca experiencia en élite y se notó. En el minuto 54, falló Laporte en un salto con Lewandowski y llegó el 1-1 en La Cartuja. El delantero polaco se lo zampó en el juego aéreo anotando un gran gol de cabeza y callando al bocazas de Ferrán Torres, que había afirmado días antes que los centrales españoles se iban a zampar a ‘Lewan’.
Cuatro minutos después llegó el momento más importante del partido y donde España pudo ponerse de nuevo por delante. Jozwiak cometió un penalti claro sobre Gerard Moreno, que él mismo se dispuso a tirar. El disparo fue al palo y Morata en el rechazo lo mandó fuera a portería vacía. La Selección Española desaprovechaba una clara ocasión para volver a dominar el marcador. El doble palo anímico fue terrible y España no volvió a levantarse de ello.
El problema de España no es solamente con el gol. Es mucho más grave. El atasco que se causa a si misma cuando no va por delante en el marcador es muy preocupante. Y en la última media hora ante Polonia se volvió a comprobar. La Selección Española se hundió anímicamente, le entraron las prisas y la ansiedad, y no fue capaz de crear un claro peligro contra la portería polaca, que ya solamente pensaba en defender.
Morata tuvo un par de ocasiones pero volvió a errar. También Ferrán. Pero no tan claras como frente a Suecia en el tramo final. No hubo asedio de España en los últimos minutos. Y los cambios de Luis Enrique, el máximo culpable de una nueva decepción, empeoraron el partido. Quitó a Gerard Moreno por Sarabia en el minuto 68 y a Morata por Oyarzabal en el 87. Terminó jugando con tres extremos en ataque y sin delanteros, para buscar el empate. Un sin sentido. Todo eso unido a las ya conocidas ausencias en la convocatoria y al tremendo error de colocar a Marcos Llorente de lateral derecho. Hecho que en cada partido demuestra el grosero error cometido. Todo eso se sumó a un mal partido en el medio de jugadores como Rodri o Pedri.
Otra vez sobraron entradas en una Cartuja con muy poco ambiente, donde la afición polaca hizo más ruido que una apática afición española. España ahora necesita ganar a Eslovaquia si quiere estar en Octavos de final (miércoles, 18:00). Ahora mismo es tercera y todo lo que no sea ganar el miércoles acercaría a la Selección a la debacle. Para ese partido puede haber más de un cambio en el once, con el regreso de Busquets al once incluido. España está a un paso de hacer uno de los mayores ridículos de su historia.