
El Xerez Deportivo FC ha alcanzado este martes 27 de julio la cifra de 2.000 socios xerecistas. No hemos llegado todavía al mes de agosto, resta más de un mes para que dé comienzo la temporada liguera y la entidad azulina ya ha logrado alcanzar los 2.000 socios. Unas cifras más que positivas que hacen soñar con alcanzar el objetivo de los 4.000, impuesto por Ignacio de la Calle, presidente azulino, al inicio de su legislatura.
El Xerez Deportivo FC ha anunciado en sus redes sociales que ha llegado a los 2.000 socios con Ernesto “Bailaro” Fernández, “toda una leyenda del xerecismo en las décadas de los 60 y 70, ya tiene su carnet en Avilés”, afirmaba el Club.
La cifra es más que positiva con un más de un mes de pretemporada por delante. La temporada es ilusionante con la nueva Segunda RFEF en el horizonte y en Jerez de la Frontera se respira mucha ilusión por el fútbol que está por venirse. Los de Pérez Herrera competirán y lucharán por llevar el nombre del Xerez Deportivo FC lo más alto posible y la afición xerecista desborda ilusión en una pretemporada que también será más que llamativa, con muchos rivales de Primera RFEF y canteras importantes.
Pero esta cifra de 2.000 socios se ha alcanzado en un día lleno de polémica. Cuando el dilema del césped de Chapín parecía el tema principal junto al partido del Trofeo de la Vendimia, una nueva polémica ha salpicado a la entidad xerecista. El Xerez Deportivo FC ha anunciado en el mediodía de este martes un nuevo patrocinio que no ha gustado nada a una gran mayoría de los socios del Xerez DFC. Las críticas en redes sociales a la propia publicación han sido muy numerosas. Una gran mayoría de los socios xerecistas no quieren ese patrocinio por una serie de temas que todos conocemos y que no es necesario exponer y enumerar aquí. El dilema de los valores del fútbol popular, de los que debe presumir y abanderar este Club, vuelve a salir a la palestra. ¿Vale todo por dinero en esta vida? ¿Está el dinero por encima de los valores y principios de este Club? Día caliente en el xerecismo y aguas revueltas en torno a unos valores que muchos socios creen que han sido dañados con esa decisión.