El pasado domingo, antes del comienzo del partido entre Xerez Deportivo FC y AD Ceuta, la Federación Gaditana de Fútbol le hizo entrega a la entidad azulina del Trofeo de campeón en el grupo X de la Tercera División. Un logro obtenido la temporada pasada y que recogieron sobre el césped Rafael Coca y Antonio Bello.
El aspecto positivo de la entrega del Trofeo este pasado domingo, es que pudo disfrutarlo todo el xerecismo junto en Chapín, no como ocurría la temporada pasada con las restricciones de aforo. Pero hubo más aspectos negativos, ya que entregar un Trofeo de campeón en la jornada séptima de la siguiente temporada tiene poco sentido.
Todos los presentes estaban centrados en el encuentro y el acto de entrega se realizó de manera rápida y tímida, lógico. Alguno en la grada ni se enteró. Y luego está el tema de los jugadores de la temporada pasada que ya no están esta campaña. Entregas un Trofeo que, por ejemplo, no pueden disfrutar Edet, Antonio Sánchez, Fran Ávila, Padilla, Beni, Adri Rodríguez, Junior, Basto, Valenzuela o Dani Aguilar. No es justo. Son aspectos a mejoras por las federaciones, no solamente la Andaluza o la Gaditana. Se debe hacer un esfuerzo por entregar el Trofeo a final de temporada, aunque sea unas semanas después de la última jornada. A mediados de octubre de la siguiente campaña no tiene sentido.
Aún así, por un momento, el xerecismo se emocionó recordando lo que significa ese Trofeo de Campeón. Quizás el más difícil de todo la historia del Xerez Deportivo FC. Y el que más valor pueda tener por esa misma dificultad. Un Trofeo lleno de esfuerzo titánico en una temporada muy complicada. Porque más allá de riñas internas que pudieron hacerlo todo más complicado, fue un año, el segundo consecutivo, marcado por el Covid. Con una gran parte de la temporada con las gradas vacías sin el calor de tu afición. Y al final de la misma, con un aforo muy reducido, donde muchos socios tenían que quedarse en casa, y otros, por un miedo lógico, no acudían.
Un Trofeo de campeón del que muchos dudaban al comienzo de temporada, tras aquella derrota frente al Antoniano y alguna que otra plantilla “poderosa” en la otra orilla. El Xerez Deportivo FC logró callar muchas bocas, entre sus propios aficionados también, con una temporada llena de esfuerzo y humildad.
Fue un año, que en el momento más trascendental, llegó aquel brote Covid. Siempre había una piedra en el camino de este equipo. Y siempre lograba superarla. Y el partido del ascenso en Puente Gentil plasmó el resumen de la temporada. Un camino lleno de piedras donde el equipo fue saltando obstáculo a obstáculos para estar hoy en día en la situación que se encuentra. También el partido en las Cabezas fue un ejemplo de superación de un grupo que no tenía límites. Un Trofeo lleno de esfuerzo titánico que te hace mirar al pasado reciente para saber de primera mano que nada es imposible.
FOTO. Teresa Salas
